domingo, 21 de mayo de 2017

LA MIERDA COMO ARMA VS LA MIERDA COMO PROTESTA



La noticia de que unos manifestantes en Venezuela habían atacado a la Guardia Nacional con bombas llenas de excrementos recorrió el mundo en pocas horas, así es: no solo se estaba usando la mierda como arma, sino que al parecer se había decidido hacerlo sistemáticamente, y hasta se le acuñó su propio término, infantil y poco elegante pero expresivo: “bombas puputov” que hasta se abrió camino, aunque brevemente, en la wikipedia.
Y sí, suena muy extraño escuchar que los excrementos tengan un uso, pues parecen inservibles: todo animal es un tubo que recibe comida por la boca y suelta los excrementos por el otro extremo, así que, de entrada, nuestros excrementos no deberían servirnos para nada. 

Pero la mierda no es tan banal como parece: es vital en el ciclo de la vida pues contiene nitrógeno, el aprender a reciclarla como abono  hizo de China y la India dos potencias agrícolas y los países más poblados de la tierra. 

En torno a los excrementos de murciélago los chilenos y peruanos se mataron en la Guerra del Pacífico, y en la medicina y la investigación las heces son valiosísimas.
Pero aquí vamos a hablar de algo más particular: de la mierda y el conflicto, sea este guerra o lucha política 
¿Es más o menos común usarla como arma o medio de expresión? 
¿Está tan loco este país como parece? Veamos.

La mierda como arma

Los excrementos que están llenos de bacterias, virus y otros patógenos son peligrosos. 
Es peligroso manipular la mierda, es peligroso tenerla cerca. 
Por esto tenemos el asco, que es algo que se origina en el mundo animal, por supuesto que lo que da asco cambia de cultura a cultura, pero en todas hay algo que repugna y de lo que la gente se aleja y pone aparte. 
El asco representa muchas cosas, pero ante todo el impulso de poner lejos lo que puede enfermarnos.
Pero en fin: orina, heces, todo tipo de fluido corporal, desecho médico o cadáver de animal puede ser usado como arma por la sencilla razón de que está lleno de bacterias, con mucha rapidez una bacteria puede causar sepsis y con ella la muerte si no se atiende a tiempo.

Por eso, todo el que ataca a otros con mierda o los obliga a exponerse a ella está realizando una agresión peligrosa y potencialmente mortal. 
Además, los excrementos pueden contener otras sorpresas como virus y toxinas.
Así, el uso más básico de la mierda y la suciedad como arma es en las flechas: los escitas, un pueblo de jinetes nómades de las estepas de Rusia y Ucrania, sumergían las puntas de las flechas en un compuesto de veneno de víbora, cadáveres de serpientes, sangre humana y excrementos. 
En el siglo IV antes de Cristo, cuando no se conocían los antibióticos, un simple roce podía causar infecciones, gangrenas, etc.. 
Este tipo de técnica ha debido usarse con mucha frecuencia pues aumentaba la letalidad de las heridas más leves, pero de los casos documentados destaca el de los arqueros ingleses que regularmente hundían las flechas en excremento animal o simplemente en el suelo. 
El último caso documentado del uso de esta técnica es en Vietnam donde la guerrilla del viet-cong ponía trampas con estacas afiladas untadas de heces.
Aunque antes de la Era Industrial -cuando se descubrieron las bacterias y patógenos-, no se sabía exactamente cómo se causaban las infecciones, la gente no era idiota y sabía que había una relación entre estas y los desechos de todo tipo. 
Por eso hay muchos ejemplos tempranos de guerra bacteriológica en todo el mundo: como en la Edad Media, las heces de las víctimas de la peste bubónica eran catapultadas hacia los castillos, o descargadas en los ríos y pozos.
En China, donde se puede decir que todo fue inventado -armas de fuego, sismógrafos, y pare ud. de contar- el autor Stephen Turnbull, estudioso de las armas de asedio del extremo Oriente, indica que en el  siglo XII se usó “una bomba lanza excremento”: una especie de dispositivo explosivo hecho con hilo de cáñamo y relleno de pólvora, excremento humano y veneno, que era encendido con una mecha y  lanzado al enemigo como una granada (no olvidemos que los chinos y los pueblos de Asia central usaron la pólvora siglos antes que los europeos).
En las cárceles y centros de detención de los EE.UU. el uso de la mierda y otros desechos como arma contra los guardias es común, así ocurre en el enorme sistema penitenciario de los Ángeles y también en Guantánamo. 
En Rusia Aleksandr Georgievich Semenov, un inventor ruso, presentó en el 2009 el llamado “Método de eliminación de residuos biológicos del compartimiento sellado de blindados militares y dispositivo para su implementación”… ¿Traducción? Un dispositivo que permite que los tanques disparen excremento humano aportado por los tripulantes que defecan en un  casquillo que tiene el espacio suficiente para contener tanto las heces  como una carga explosiva, es decir, es una versión industrial de la antigua bomba china.  
Estos son los nobles antepasados de la “bomba puputov” que al fin y al cabo es un arma
La utilidad de la mierda como arma siempre fue marginal y mucho más en estos tiempos cuando hay tantos laboratorios generando todo tipo de armas biológicas y toxinas, así que es siempre un recurso para la experimentación o la guerra irregular y sin reglas 
¿Pero qué tal la mierda como forma de expresión política? 
¿Cuándo reemplaza a los gritos, las pintas y los gestos del cuerpo?

Excrementos y política

Si la esencia del uso de la mierda como arma está en causar una infección, su uso como medio de expresión política también es muy simple: causar y demostrar asco, decirle que algo o alguien es una porquería. 
Es una forma inusual de expresarse, pero sí tiene muchos ejemplos y precedentes en los años recientes sobre todo en África y Asía.
Adivasi se le dice a los pueblos aborígenes de la India, una minoría de tribus pertenecientes a las castas más bajas. 
En India, las protestas de campesinos son masivas y a veces dramáticas incluyendo suicidios: deudas, sequías y expropiaciones de tierras afectan duramente a uno de los campesinados más numerosos y antiguos del mundo entrenado, desde la Independencia, en las técnicas de desobediencia civil. 
Recientemente el gobierno hindú del ultraderechista BJP aprobó una ley de Adquisición de Tierras que ha sido recibida, como siempre, con protestas masivas (la más pequeña puede involucrar a 30.000 personas).
 El 18 de marzo de 2015 en el distrito de Latehar de la provincia de Jharkhand cientos de adivasis defecaron sobre la copia de la Ley que, según denuncian los activistas, les darás amplias libertades a las corporaciones agrícolas para comprar tierras. 
Abhay Xaxa, un académico y activista, le dijo al portal India Resiste que no le importaba que la protesta se considerase “poco educada” y que menos educado era “desplazar millones de adivasis para satisfacer la avaricia corporativa, matar a cientos de miles en nombre de la contra insurgencia y secuestrar muchachas adivasis para usarlas en el tráfico sexual”.
Ese mismo año, dos dirigentes sindicales fueron arrestados por tratar de defecar encima del aeropuerto de esa misma ciudad. 
En Zimbawe un muchacho de ventiseis años fue arrestado por usar material de la campaña electoral del presidente como papel higiénico. Sin embargo, hasta en Zimbawe, los manifestantes tuvieron suerte, pues las cortes de ambos países decretaron que esos actos estaban cubiertos por la libertad de expresión.
Pero la protesta escatológica no se reduce al Sur Global. 
En París en el año 2014 un manifestante desconocido llevó un camión lleno de excremento de vacas y lo volteó frente a la Asamblea Nacional dejando una nota en el camión “fuera Hollande y toda la clase política”.
Preferimos ahorrarte los horrores de cómo son ciertas protestas feministas, y terminamos en una nota épica hablando de los militantes del Ejército Republicano Irlandés que el año pasado iniciaron una “protesta sucia” en la cárcel de alta seguridad de Maghaberry, en las afueras de Belfast. 
Esta consistía en llenar de excremento las paredes y puertas de las celdas y negarse a bañarse, y así sabotear e incomodar a los guardias de la prisión, el motivo fueron las inspecciones corporales constantes a las que se les había sometido. 
Nada menos que 18 meses duró esa incomodísima forma de protesta.
Por duro que esto parezca apenas es un eco de la Protesta Sucia de 1978-1981 hecha cuando las autoridades británicas trataron de reclasificar como presos comunes a los presos políticos del IRA: una serie de demandas que iban desde usar ropa común a poder asociarse libremente en prisión fueron hechas a los carceleros para garantizar que hubiera diferencia entre los presos políticos y el resto de la población penitenciaria. 
Esta protesta duró tres años y de hecho mutó en la legendaria huelga de hambre del IRA que terminaría ese año con la muerte de varios prisioneros, incluido el famoso Bobby Sands.
En conclusión, hay una diferencia muy grande entre usar los excrementos para protestar y usarlos como arma, sean cuales sean las razones, muy específicas, por las que la gente puede recurrir a ellos para expresarse. 
En la política la mierda es simplemente una forma extrema de expresar disgusto o rechazo que no requiere proyectarla sobre el adversario.

Queda de parte del lector evaluar si las infames “puputov” son un gesto de rechazo o una agresión y por qué se ha llegado a tales extremos en este país.

TOMADO DE:   Supuesto Negado

EN: Facebook//Libertad Bermeja y EN: Twitter@ victoriaoysocialista  

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