lunes, 29 de mayo de 2017


G U E R R I L LA  C O N T R A  
EL F A S C I S M O / VENEZUELA / 
La Re-vuelta Conservadora de los Símbolos Patrios III
En cualquier otro momento de la historia, invertir la Bandera Nacional no pasaría de ser un acto intrascendente de rebeldía infantil de cierto sector hidropónico (sin arraigo) de las clases media, media alta y alta del país. 
Y así debería ser tratado en cualquier momento de normalidad instuticional; como una simple pendejada semántica de desclasados habituales. 
Pero nos hayamos hoy frente a una crisis de imaginables proporciones. 
Nos debatimos entre la Guerra y la Paz, y sobre todo, nos debatimos entre la disolución del Estado o el mantenimiento de algún sentido de pertenencia grupal nacional, porque la Guerra propuesta por los Jefes Máximos del Oposicionismo de extrema derecha venezolana (el Comando Sur) no les interesa mantener esa vieja estructura conceptual denominada Estado. 
Su guerra es para la disolución del concepto y la praxis del Estado-Nación; no es solo para erradicar un gobierno incómodo; no, es también, y sobre todo, para erradicar a través de la violencia (simbólica, y sangrienta) todo vestigio de estructura Estadal, todo símbolo de unidad nacional, todo fragmento de historia común. 
Por ello, el Estado Islámico en Siria e Irak, por ejemplo, ataca sin piedad a la población civil indefensa, del mismo modo a como ataca inmisericordemente templos, iglesias, mezquitas, estatuas y relieves de incalculable valor histórico.
 Así gobierna por terror, y borra el pasado por violencia epistémica. 
Así nuestros terroristas “pacíficos” agreden instituciones públicas sin valor militar estratégico del mismo modo a como atacan pequeños comercios, o instituciones educativas u hospitalarias.
 No respetan nada. 
Nada les importa porque pretende gobernar sobre las ruinas del país; si se puede llamar gobernar al oficio de administrar las ruinas de un país que pretenden convertir en un campo de refugiados (y de concentración y exterminio también, seguramente). 
Ante este dantesco panorama opositor, el orden correlativo de tres colores básicos se convierte en un asunto de primer orden, porque voltear la bandera no es ya una sifrinada semántica. 
Es un acto de violencia extrema, un acto de terrorismo simbólico, una pendejada de vida o muerte, como nación, como comunidad, como unidad sociopolítica.
SIRIA, LA DESTRUCCIÓN SISTEMÁTICA DEL PATRIMONIO
“…el patrimonio sirio se sigue destruyendo sistemáticamente a causa de esta guerra devastadora. 
Una simple comparación muestra que se ha superado la fase catastrófica que el patrimonio iraquí atravesó durante el embargo (1991-2003), y luego durante la invasión estadounidense de 2003. 
En efecto, si bien en Irak, como en Siria, algunos museos han sido objeto de saqueos y algunos yacimientos arqueológicos han sufrido excavaciones clandestinas, en el país que nos ocupa han surgido otras amenazas. 
Estas riquezas culturales están en peligro desde 2011 y la situación de museos, yacimientos arqueológicos y monumentos históricos, de los lugares de culto, castillos y ciudadelas, es cada vez más preocupante…”
(Ali Cheikhmous / Afkar / Ideas nº 43 Otoño 2014 / Link en los comentarios del actual Post)
TOMADO DE:  FACEBOOK Juan Carlos Flores Calderón
EN: Facebook//Libertad Bermeja y EN: Twitter@ victoriaoysocialista  

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